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Storytelling, el arte de contar historias.

No puedo pensar una sola cosa exitosa en la historia de la humanidad que no considere una historia excelentemente bien contada. Los seres humanos tenemos la necesidad de contar nuestras hazañas, expresar nuestros sentimientos, transmitir nuestras ideas a otros, incluso inspirar a otros, no como premio, justificación o testimonial, sino con el objetivo de conectar con otros, liderarlos, hacerlos parte de la manada.

Los errores más comunes que cometemos como emprendedores es no ver a nuestras empresas o a nuestros productos como una historia que contar, y por supuesto, no estar comprometidos a difundir esa historia para que llegue a la mayor cantidad de personas posibles, de la forma más clara. sencilla y consistente posible.

En esta entrada vamos a explorar las razones, formas y motivaciones para contar nuestra historia, la de nuestra empresa y la de nuestros productos, aquí nuestro enfoque es por supuesto convencer a otros de que somos la mejor opción disponible en el mercado o mejor aún la única opción viable en el mercado.

¿Por qué contar una historia?

Contar historias es la forma que hemos utilizado para compartir los conceptos fundamentales de los que estamos compuestos como seres humanos, nuestras emociones, sentimientos, valores fundamentales e ideas. Aquello que nos hace pensar, nos engrandece, aquello que nos da miedo y aquello que nos define.

Pero también es cierto que las historias nos ayudan a despertar emociones, nos entretienen, hacen referencia a nuestras experiencias, permiten que recordemos información y por supuesto venden.

En efecto, las historias nos definen, y son en gran medida clave del éxito de nuestro emprendimiento. Cuando pienso en ello, no puedo evitar pensar en los miles de formas en las que este concepto se ha llevado a cabo a lo largo de la historia de la humanidad; De hecho, contar historias es lo que marca la diferencia entre la pre-historia y el inicio de la historia como la conocemos, misma que comenzó desde el momento en el que inicio el desarrollo de la escritura y la escritura se inventó para transmitir historias. Así de fácil.

Contar historias no solo es fundamental para registrar antecedentes, sino también para ayudarnos a vincularnos con otras personas a un nivel en el que compartamos principios y valores similares que nos permitan formar gremios. No por nada el libro más leído de la historia es la Biblia, este poderoso instrumento ha logrado transmitir ideas que son vigentes hasta ahora.

Lo que es fundamental en el proceso de contar historias es que estas ofrezcan un significado valioso y relevante para la audiencia y que guarde una verdad emocional y para eso existe el Storytelling, que es el arte de contar una historia que enganche a la audiencia y en un mundo híper digitalizado como el que vivimos, cada vez es más complicado llamar la atención para hacer esto.

 ¿Cómo decir lo que quieres decir?

Lo primero que tenemos que entender para contar una historia, es que estas se componen al menos de 5 elementos: un narrador, personajes, un plot, en un tiempo y espacio determinado, y estos elementos deben responder a las preguntas de quiénes, qué pasa, cuándo y dónde suceden las cosas.

En segundo lugar, existen varios tipos de historias por medio de las cuales podemos expresar el mensaje que queremos transmitir, estos tipos son expuestos por Cristopher Booker y son:

  1. Venciendo al monstruo
  2. Renacimiento
  3. Tragedia
  4. Comedia
  5. La búsqueda
  6. De pobre a rico
  7. El viaje y regreso

Por su parte Joseph Campbell, propone el formato de historia llamado “El viaje del héroe”, que contempla los siguientes elementos: 1. Llamado a la aventura, 2. Inicio de la transformación, 3. Un Mentor, 4. Superación de retos, 5. Revelación, 6. Transformación 7. Regreso.

Para contar una historia, independientemente del tipo que sea, es necesario poder unir el inicio con el desarrollo con el fin, si por alguna razón estos tres momentos no se encuentran unidos la historia no fluirá de forma clara. Recuerda que el reto es mantener la atención de la audiencia durante el mayor tiempo posible.

¿Y tú? ¿Qué quieres decir?

Una vez que tienes claras las razones para contar tu historia y el formato que usaras, viene uno de los retos más grandes de cualquier emprendedor/storyteller, que es, alinear la historia que tratamos de contar con la propuesta de valor.

En algún momento dentro de este blog, conté la historia de cómo mi socio y yo encontramos nuestra propuesta de valor y la hicimos única buscando en nuestros gustos una forma diferenciada de llevarla al mercado, y este punto justo a eso se refiere este punto.

El punto es lograr equilibrio entre aquello que te define, define a tu empresa, la ayuda que ofreces mediante tu producto o servicio y el formato de historia que los contiene y más importante que ello, es lograr dejar un mensaje de aquello que nosotros y solo nosotros aportamos al mundo, cual es la forma única en la que lo haces.

Una vez que eso sucede, tienes mi autorización para salir a gritarlo al mundo, ¡Ah! Pero no se te ocurra hacerlo si no estás 100% comprometido a llevar a cabo esa propuesta de valor. No pasa nada si creas miles de productos, miles de líneas de negocios, lo importante nuevamente es que estén alineados a la historia.

Nos vemos en la cima.

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