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Status, elemento social del proceso compra/venta

Enfrentémoslo como gente seria y madura, la dinámica del status está siempre presente,  la gran mayoría de la sociedad moderna participa de forma constante en una carrera de posicionamiento social impulsada por prácticamente todos los actos que desarrolla de forma cotidiana: Ir a este o aquel restaurante, entrar a esta o aquella universidad, comprar este u otro automóvil, vestirse de tal manera o no, ser fan de determinado deporte o incluso practicar alguno en vez de otro, son elementos que además de definir el rol social que jugamos, nos permiten relacionarnos a nivel horizontal, es decir de par a par, y vertical, es decir en una forma jerárquica con otros jugadores de la escala social.

El status nos conforma, permite entendernos como individuos y como miembros de la sociedad.

Pero, ¿qué tiene que ver todo este con tu participación en la economía? Bueno, prácticamente todo. Entender que el status tiene que ver con todo lo que nos rodea es un elemento crucial en un entorno de negocios complejo, ya que puede estar íntimamente vinculado con el mensaje que tratamos de comunicar, el precio que pagamos, la negociación del valor e incluso con el segmento de mercado al que queremos enfocarnos. Cuando los profesionales de la mercadotecnia presentan su nueva idea o producto, en realidad están promoviendo un cambio que desafía nuestro status, ya que puede ser una oportunidad de aumentar o disminuirlo o una sentencia a vivir para siempre con el “Qué hubiera pasado si…”

Jerarquía de necesidades humanas transformadas en productos y servicios.

Si bien, la adquisición de los productos genera una mayor o menor percepción del Status como derivado de una evolución social y mercadológica, también es cierto que los seres humanos actuamos con instintos de supervivencia muy primitivos, este concepto es muy bien entendido por el psicólogo Abraham Maslow, quien afirma que nuestras acciones nacen de la motivación de cumplir necesidades, las cuales están ordenadas según su importancia para obtener un bienestar integral. Es decir, proponía una teoría según la cual existe una jerarquía de necesidades humanas, y defendió que conforme se satisfacen las necesidades más básicas, los seres humanos desarrollamos necesidades y deseos más elevados. Dicha teoría es conocida como la pirámide de Maslow.

Esta teoría y su aplicación práctica, son dos elementos fundamentales en la creación de una estrategia comercial, tomando en cuenta que todo lo que comercialicemos debe tener un enfoque a la satisfacción de una necesidad humana. Si logramos alinear nuestros esfuerzos a satisfacer dichas necesidades, independientemente del nivel de necesidades jerárquicamente hablando que resuelva y al mismo tiempo generando algún grado de status para las personas que consuman nuestros productos o servicios, entonces estamos empezando con el pie izquierdo nuestra estrategia de ventas

El status nos ayuda a conseguir aquello que queremos.

La pregunta entonces es: ¿En qué escala mi oferta de valor genera status a mi cliente? Déjame darte un par de modelos de análisis para aprender a ver el status con los que podrás toparte eventualmente en la jungla de los negocios, sacados del genial libro “Esto es Marketing” del genial “Seth Godín”.

Para empezar, el concepto y proceso no son nada sencillos, ya que tendrás que analizar tanto factores externos (cómo ve la sociedad a cada individuo) como internos del individuo (como se perciben a ellos mismos en el entorno social). Además, es importante observar cual es el mecanismo por medio del cual mantienen o tratan de cambiar su posición, ¿Denigran o sobajan a los demás? ¿Buscan aprobación?  Crean una comunidad de ayuda mutua? ¿Se impulsan de alguien más para conseguir el status? ¿Cuál es el objetivo que persiguen?, llevaremos el análisis a ejes coordinados x,y para entenderlo mejor.

Cuadro 1

Cuadrante A o cuadrante del poder: pertenece a personas que son consideradas poderosas y que también se ven a sí mismas como capaces de hacerlo. Oprah Winfrey es un ejemplo de él.

Cuadrante B o de la voluntad: La mayoría de la gente de clase media se coloca aquí, ya que aquí se encuentra el impulso artístico o la voluntad de luchar para ser mejor, viene acompañado de grandes dosis de amargura, ansiedad, depresión, etc.

Cuadrante c o de la nada: aquí se ubica la gente que no se siente merecedora de nada (y el mundo está de acuerdo con ello). Aún y cuando pareciera un lugar lúgubre frio y sombrío, también es cierto que es un espacio consiente, por lo cual conserva un lugar dentro de la escala de jerarquía.  

Cuadrante D o cuadrante del impostor: es muy común encontrarlo, puesto que las personas que acaban teniendo un status elevado, frecuentemente dudan mucho de sí mismos, lo cual los convierte en divas. Se dice que Frank Sinatra pertenece a este cuadrante, principalmente por la constante necesidad de autoafirmación.

Una vez que analizamos el cuadrante de factores internos y externos, pasaremos a analizar los factores mecánicos o de movimiento social.

Cuadro 2.

Cuadrante a o del filántropo: es el maestro comprometido y defensor de la justicia social, es la persona que busca mejorar su status social ayudando a aquellos que tienen un status menor a él, por ejemplo, súper man, pudiendo haber robado bancos el decidió ayudar a las personas.

Cuadrante b o del concesionario: son aquellas personas que no solamente dejan pasar a las demás personas en la fila, sino que ni siquiera se molesta en desempeñar otro rol ya que cree que otros lo merecen más que él.

Cuadrante c o del infante: este cuadrante lo ocupan los personajes antisociales que se caracterizan por su narcisismo nocivo. Viven una vida de rabia porque saben que no pueden dar la talla, pero derriba a todo aquel que lo rodea.

Cuadrante d o del egoísta: es la persona que ansía siempre ganar a toda costa, combinando astucia, valor y aplastando a la competencia.

Lo importante es que aprendas que existen distintos relatos para distintas personas

Todos tenemos una historia y todos queremos escuchar una que nos haga sentido, que esté en función de nuestro sistema de creencias y valores, pero para ofrecer nuestra propuesta de cambio al mundo debemos hacer supuestos sobre los sistemas de otros. Es prácticamente imposible saber con exactitud que piensan los demás muy dentro de sí, lo que es relativamente sencillo es observar su comportamiento social y concluir lo más cercano a la verdad.

Seis cosas que debes saber sobre el Status.

  1. El status es relativo, a diferencia de los sentidos, la fuerza o el saldo de tu cuenta bancaria, aquí da igual donde te sitúes en la escala absoluta, se trata de como los otros miembros del grupo social, 2 siempre es menor que 4, pero 6 siempre es mayor que 4, la posición superior simplemente no existe.
  2. El status está en función de quien lo observa, la gente te ve como una persona de status bajo, pero puede ser que tu tengas una percepción superior de ti mismo, ambas son correctas, en distintos momentos, para distintas personas,
  3. El status al que se presta atención es el status importante, el status es importante cuando intentamos mantenerlo o cambiarlo, para mucha gente el status ocupa en su cabeza un lugar predominante en cualquier situación, pero solo importa cuando la persona con la que inter actuamos también lo considera importante.
  4.  El status tiene inercia, es más probable que intentemos trabajar para mantener nuestro status que para modificarlo hacia arriba o hacia abajo.
  5. El status se aprende, nuestras creencias se aprenden temprano y se heredan, por eso es tan necesario moverse dentro de distintos grupos sociales para entender otras mecánicas y lograr movernos jerárquicamente.
  6.  La vergüenza mata al status. La razón por la que la vergüenza se utiliza a modo de palanca es simple: Funciona. Si aceptamos la vergüenza que puedan interponer en nuestro camino, nuestro status se verá disminuido velozmente.

Crear una estrategia de marketing, de comercialización o de comunicación para tu audiencia nunca es sencillo y menos si no tiene bases sólidas en los deseos y necesidades de las personas, estamos en una era hiperdigitalizada donde a menudo olvidamos los verdaderos receptores de nuestros esfuerzos, las personas. Enfócate siempre en generar valor y darles a las personas lo que desean en sus propios términos y verás que el camino se hace más sencillo.

Nos vemos en la cima.  

Fuente: Seth Godín. (2019). Esto es Marketing. Ciudad de México: Paidós.

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